El Reino Unido está clasificado como el quinto mejor país para hacer negocios en 2017. En las últimas décadas, ha habido innumerables empresas abiertas en el Reino Unido, atraídas por una burocracia ágil y una baja presión fiscal.
Los nuevos empresarios e inversores deben ser conscientes de que abrir un negocio requiere un proceso específico. El paso más importante es realizar un estudio de mercado sobre lo que podría diferenciar a la empresa y proporcionarle una ventaja competitiva. De hecho, tener una visión de negocio acertada es un pilar para una puesta en marcha próspera.
En el Reino Unido, existen varias posibilidades de financiar nuevas empresas innovadoras, como los fondos procedentes de instituciones privadas, las desgravaciones fiscales del Estado y el equity crowdfunding. Estas oportunidades de financiación pueden resultar decisivas para contribuir al éxito empresarial de cualquier emprendedor. Para beneficiarse de estos fondos es esencial ser residente en el Reino Unido. Además, también es útil considerar los préstamos iniciales para poner en marcha el negocio.
Una vez que el proyecto cuenta con fondos suficientes para emprender sus actividades, el/los accionista/s necesita/n comprender cuál es la entidad empresarial más adecuada. El propietario o propietarios tienen muchas opciones entre las que elegir. Las entidades jurídicas más comunes en el Reino Unido son:
- LTD (Sociedad Limitada):
- PLC (Sociedad Anónima):
- LLP (Sociedad de Responsabilidad Limitada)
- Empresario individual
La LTD es la categoría de sociedad más popular, ya que ofrece a los accionistas tanto flexibilidad como solidez. Una LTD puede crearse siendo el propietario el único accionista y no tiene restricciones/límites en la aportación de acciones (el capital mínimo es de una acción por valor de £1). Además, las cuentas estatutarias son menos complicadas en las sociedades LTD que en las PLC, ya que los fundadores sólo tienen derecho a presentarlas una vez al año. Tanto las LTD como las PLC presentan las siguientes características:
- Derecho a nombrar a los directivos y delegar tareas empresariales;
- Posibilidad de repartir dividendos.
Además, las personas jurídicas LTD y PLC comparten algunas características adicionales con la LLP, entre ellas:
- No hay restricciones al capital de las empresas;
- La oportunidad de evitar las obligaciones del IVA si la empresa no supera un volumen de negocios de 85.000 libras al año.
Centrándonos en las sociedades anónimas, éstas deben tener un capital mínimo de 50.000 £, con al menos 25% (12.500 £) de inversión de capital inicial en el momento de la constitución. Una organización no tiene derecho a crear una empresa a menos que el Registro de Sociedades haya recibido y confirmado la aportación mínima de capital asignada por la normativa. Además, algunos puntos fuertes de una SA son:
- Facilidad para ampliar capital, ya que las acciones son públicas y pueden cotizar en bolsa;
- Mejora de la accesibilidad para obtener préstamos de los bancos;
- Reputación internacional y de prestigio.
La LLP, en cambio, se refiere a una sociedad entre un grupo de profesionales (abogados, médicos, etc.) y requiere un mínimo de dos socios, ambos con responsabilidad limitada. Este tipo de sociedad tiene las mismas obligaciones fiscales y contables que una LTD. Sin embargo, la LLP es menos flexible que la LTD debido a su propiedad más estructurada, así como a un proceso de toma de decisiones más formal dentro de la estructura corporativa. Un ejemplo general de LLP es aquella en la que los beneficios se distribuyen a partes iguales entre los accionistas. Los puntos fuertes de una LLP son:
- Los acuerdos de accionistas entre profesionales no pueden registrarse, por lo que no son accesibles al público;
- Esta estructura está destinada principalmente a las empresas que operan en el sector de los servicios financieros, los seguros y los planes de pensiones;
- Los accionistas pueden formar parte de la estructura organizativa (miembros designados). Así, sus costes pueden ser inferiores a los de otras sociedades limitadas.
Si una persona empieza a trabajar por cuenta propia, se le considera automáticamente empresario individual. Ser empresario individual significa que la persona se convierte en trabajador autónomo, aunque no lo haya comunicado a Hacienda. Como empresario individual, la persona será responsable de sus impuestos y de la empresa junto con todos los activos que posea. El empresario individual es la persona que dirige el negocio, además de quedarse con los beneficios de la empresa después de impuestos y contratar personal. Las ventajas de ser empresario individual son:
- Los costes de puesta en marcha son bajos.
- El empresario individual se beneficia de la máxima privacidad.
- Establecer y explotar la empresa es sencillo.
- Es fácil cambiar la estructura jurídica de la empresa más adelante si cambian las circunstancias.
- La empresa podría desaparecer fácilmente.
En todos los casos anteriores, el empresario o empresarios deben registrar la empresa en el Registro Mercantil (Companies House) y en la Agencia Tributaria británica (HM Revenue & Customs, HMRC) mediante la presentación y comunicación en línea de los datos de la empresa, cumplimentando formularios específicos en función del tipo de entidad seleccionado.
No dude en Contacto para obtener más información y apoyo.
Silvano Ghigliani
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