Los bancos de inversión británicos tendrán que atenerse estrictamente a las normas de la UE en cuestiones como los límites máximos de las primas tras el Brexit, según las propuestas que la Comisión Europea presentará el miércoles.
La Comisión planea un control más estricto de los centros financieros de fuera de la UE que ofrecen servicios a clientes europeos, aunque insiste en que los servicios financieros no se incluirán en un acuerdo comercial del Brexit con el Reino Unido.
En tal caso, el acceso al mercado de la UE del sector británico de servicios financieros -que alberga aproximadamente la mitad de las 6.000 sociedades de inversión de la UE- dependería de si la Comisión considera que las normas británicas son "equivalentes" a las de la UE, y no de los derechos establecidos en un tratado.
El proyecto legislativo del miércoles, que tendrá que ser aprobado por los Estados de la UE, introduciría un enfoque más riguroso e intrusivo para examinar la equivalencia de las agencias de valores y los bancos de inversión de fuera de la UE, en gran parte debido al Brexit.
Un borrador de los planes, visto por el Financial Times, dice que hay una "necesidad de actualizar la arquitectura reguladora en la UE" para abordar el "papel fundamental desempeñado por las empresas de inversión del Reino Unido en este ámbito hasta la fecha [y] la decisión del Reino Unido de retirarse de la Unión".
Las personas informadas de los planes dijeron que significaría que el Reino Unido tendría que permanecer en estrecha armonía reguladora con la UE si quería beneficiarse de las disposiciones de acceso, sobre todo porque la Comisión tiene el poder de retirar el estatus equivalente en cualquier momento.
El respeto de las normas sobre retribución de los banqueros, en particular la prohibición de la UE de primas superiores al doble del salario fijo, será uno de los factores que seguramente se tendrán en cuenta en las evaluaciones de Bruselas, según las personas consultadas.
Michel Barnier, máximo negociador de la UE, también mantiene que la vía alternativa de preservar el acceso de los servicios financieros al Reino Unido mediante disposiciones en un acuerdo comercial no es una opción.
"No hay ni un solo acuerdo comercial que esté abierto a los servicios financieros. No existe", declaró a The Guardian y otros periódicos europeos.
Por el contrario, David Davis, el negociador británico del Brexit, ha pedido que el futuro acuerdo incluya un fuerte componente de servicios, mientras que The CityUK, el principal grupo de presión de la City de Londres, dijo el martes que "el hecho de que los servicios financieros no hayan sido incluidos en los acuerdos de libre comercio hasta la fecha no es razón para descartarlos de un futuro acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y la UE".
Algunos partidarios del Brexit, sobre todo en la City, llevan mucho tiempo argumentando que la salida de la UE permitiría al Reino Unido deshacerse de regulaciones que se considera que están frenando al centro financiero, en particular el límite a las primas, al que se opuso amargamente el Gobierno británico cuando fue acordado por los gobiernos en 2013. Abarca tanto a los bancos como a otros tipos de sociedades de inversión.
Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra, también sugirió el mes pasado que el límite era una de las varias normas financieras de la UE que podrían eliminarse tras el Brexit.
Pero la postura de Bruselas significa que el Reino Unido va a depender de las diversas disposiciones de equivalencia de la UE, que buscan un equilibrio entre mantener el mercado de la UE abierto a las empresas de fuera e impedir el "dumping normativo" que podría dar ventaja a esos grupos frente a los rivales europeos.
Muchos bancos consideran que los regímenes de equivalencia de los servicios financieros de la UE son demasiado inciertos e incompletos para basar en ellos sus modelos de negocio.
También hay grandes sectores bancarios que no están cubiertos por ningún acuerdo de equivalencia, como los préstamos a empresas, las hipotecas y los pagos.
Pero las empresas con sede en países sin equivalencia no tienen más alternativa que establecer una filial en la UE -sujeta a autorización y supervisión europeas- si quieren comercializar servicios regulados, como la ejecución de órdenes de negociación y la gestión de carteras, a clientes europeos.
Los planes de equivalencia son sólo una parte del proyecto de ley, que, según pretende la Comisión, también revisará la normativa de las sociedades de inversión con sede en la UE.
Pondrán en práctica las propuestas esbozadas por Bruselas este año para realizar evaluaciones de equivalencia más rigurosas para los países de "alto impacto" en los que cualquier laguna en la regulación y supervisión podría "poner en peligro de forma significativa la estabilidad financiera o la integridad del mercado en la UE", criterios que se aplicarían al Reino Unido tras el Brexit.
Valdis Dombrovskis, Vicepresidente de la Comisión Europea responsable de los planes, dirá que las normas actuales son excesivamente complejas y poco adecuadas para captar muchos de los riesgos que asumen los grupos de inversión.
Bruselas propondrá que los grandes bancos de inversión queden más explícitamente bajo la autoridad del Banco Central Europeo, el máximo supervisor bancario de la zona del euro, una medida que también pretende preparar mejor a la UE para cualquier deslocalización de Londres tras el Brexit.
Las propuestas también intentarán reducir la burocracia para las pequeñas empresas que operan en el mercado único, como parte del proyecto de la UE de desarrollar una unión sin fisuras de los mercados de capitales para la inversión transfronteriza.
Artículo del "Financial Times