A pesar de la perspectiva de una normativa más estricta, los pequeños prestamistas ven una oportunidad
Un puñado de pequeños bancos europeos están rompiendo filas con el resto del sector al dar a los inversores acceso a criptomonedas y asesorar sobre ofertas iniciales de monedas, a pesar de los crecientes esfuerzos de los reguladores por tomar medidas drásticas en este ámbito.
Los bancos privados suizos Vontobel y Falcon Bank se encuentran entre los prestamistas que han acordado gestionar inversiones basadas en criptomonedas en nombre de sus clientes. El Fidor Bank de Alemania y el Bank Frick de Liechtenstein también prestan estos servicios.
"Existen riesgos, pero también grandes oportunidades", declaró Edi Wögerer, consejero delegado de Bank Frick, al Financial Times. "Sabemos lo que hay que hacer desde el punto de vista de la seguridad, así que es una gran oportunidad para bancos como nosotros". En su opinión, los grandes bancos tienen "miedo" de las criptomonedas "porque no las entienden y se sienten amenazados".
Oliver Bussmann, presidente de la Asociación Crypto Valley en el cantón suizo de Zug, cerca de Zúrich, afirmó que el hecho de que los mayores prestamistas se mantuvieran al margen y se negaran a manejar criptomonedas estaba abriendo la puerta a bancos más pequeños y empresas especializadas.
"Cada vez entran más banqueros", declaró al FT. Bank Frick asesora a empresas sobre ofertas iniciales de monedas y examina a sus inversores antes de que puedan comprar tokens a cambio de criptomonedas como bitcoin y éter. El Sr. Wögerer dijo que tenía una "enorme demanda" de este servicio y que había asesorado a unas 10 ICO. "Somos muy selectivos".
El banco, que puede emitir pasaportes a la UE porque Liechtenstein es miembro del Espacio Económico Europeo, también da acceso a los inversores a criptointercambios, vende su propio fondo de criptomonedas y presta servicios de custodia, guardando los códigos de las monedas virtuales en una ficha física bajo llave en su cámara acorazada.
La mayoría de los bancos se mantienen alejados de las criptomonedas, preocupados por el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo debido al anonimato inherente a los activos.
Jamie Dimon, consejero delegado de JPMorgan Chase, ha dicho que cualquiera que sea sorprendido comerciando con bitcoin en el banco estadounidense será despedido. Muchos bancos británicos y estadounidenses han bloqueado las compras de criptodivisas con tarjetas de crédito, mientras que algunos prestamistas del Reino Unido están denegando hipotecas a clientes con depósitos financiados mediante la venta de criptodivisas.
Desde que el valor de todas las criptodivisas se redujo a la mitad en el último mes hasta $400bn, los reguladores han estado advirtiendo sobre los peligros de que la nueva clase de activos se infiltre en el sistema financiero general.
Yves Mersch, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo, advirtió la semana pasada: "Podrían ser necesarias medidas de contención decididas". Sin embargo, Wögerer se muestra imperturbable. "Escuchamos estas declaraciones internacionales", dijo, comparando el furor actual con los primeros días de Internet, que muchos veían como una amenaza. "Si se regula, y se regulará, ya lo cumpliremos", afirmó.
Ejecutivos de UBS y Credit Suisse afirmaron que no gestionarían criptoactivos aunque los clientes se lo pidieran. Benoît Legrand, director de innovación de ING, el mayor banco holandés, dijo: "Por definición, una ICO ha decidido salirse del sistema financiero. Estoy realmente asombrado por lo que está ocurriendo allí. Nosotros, desde luego, no vamos a participar en eso".
Esta reticencia está abriendo la puerta a rivales más pequeños, como Vontobel, que ofrece un rastreador de bitcoin y un producto que permite a los inversores apostar contra la principal criptodivisa.
Falcon ofrece a los inversores acceso a bitcoin y otras criptodivisas, además de aceptar efectivo procedente de la venta de dichos activos. Fidor proporciona una cuenta bancaria en euros a Kraken, la bolsa de criptodivisas estadounidense, y facilita a sus clientes alemanes el acceso a la plataforma.
Bussmann, antiguo director de información de UBS, afirmó que los bancos más pequeños estaban aportando un rigor muy necesario al proceso de comprobación de que los clientes no infringen las normas sobre blanqueo de capitales o sanciones.
Artículo del "Financial Times
