El Ministerio de la Soledad tendrá que ocuparse de 9 millones de personas que viven "aisladas", 2 millones que viven solas, al menos 200 mil ancianos que pasan semanas sin encontrarse con nadie. Con los consiguientes problemas de salud y, en particular, depresión
Parece una idea sacada directamente del realismo mágico de las novelas de Gabriel García Márquez: un "ministerio para la soledad". Pero existe de verdad: Theresa May ha decidido crearlo. A partir de ahora, el Gobierno británico tendrá un "ministro para la soledad", según anunció esta mañana Downing EStreet, que deberá ocuparse de lo que las autoridades sanitarias consideran un problema nacional: 9 millones de personas que viven "aisladas", 2 millones que viven solas, al menos 200 mil ancianos que pasan semanas sin encontrarse con nadie. Y como vivir solo se considera un factor de numerosas enfermedades, empezando por la depresión, la soledad es un problema de salud pública para el Reino Unido.
El cargo de ministro en solitario (así se llama en la jerga política inglesa a los subsecretarios, mientras que el equivalente a nuestros ministros son los secretarios) ha sido asignado a Tracey Crouch, diputada conservadora. Pero la primera en reclamar una iniciativa gubernamental de este tipo fue Jo Cox, la diputada laborista asesinada por un fanático xenófobo de extrema derecha en vísperas del referéndum del Brexit, y la primera ministra reconoció su papel en la concienciación del mundo político sobre el tema.
"Jo Cox comprendió las dimensiones de la soledad en nuestro país y se dedicó a hacer todo lo posible para erradicarla", afirma el líder tory, prometiendo continuar el camino emprendido por la diputada laborista para trazar una estrategia de futuro. Los recortes en el gasto público que han provocado el cierre de bibliotecas y centros para la tercera edad se señalan generalmente entre las causas del fenómeno, admite el nuevo ministro Crouch, manteniendo no obstante que no existe una solución única y que será necesario actuar en varios frentes.
El pasado mes de diciembre, el director general del NHS, el sistema nacional de salud pública, dio la voz de alarma sobre los efectos letales que pueden tener la soledad y las heladas en los meses de invierno. Brendan Cox, viudo de la parlamentaria asesinada, comenta: "Una de las terribles consecuencias de perder a mi esposa es saber que ella habría hecho del mundo un lugar mejor. Pero como siempre les digo a nuestros hijos, aquí tienen la prueba de que, aunque su madre ya no esté, las batallas que libró siguen surtiendo efecto".Artículo de "La Repubblica