Her Majesty Revenue and Customs (HMRC) se ocupa del cumplimiento de las obligaciones fiscales y del registro de particulares y empresas.
El sistema impositivo varía desde el impuesto de sociedades hasta los ingresos basados en las personas. HMRC también se encarga de las pensiones, rentas, dividendos y otro tipo de ingresos financieros. La renta imponible de las personas físicas se calcula sobre el año fiscal británico que comienza el 6 de abril y termina el 5 del año siguiente. La declaración de la renta puede hacerse de dos formas distintas: mediante una autodeclaración o a través de un sistema llamado "Pay as you Earn (PAYE)", que forma parte del sistema del HMRC.
La primera permite al contribuyente facilitar todos los datos relativos a los ingresos (cumplimentando una declaración en la que figuran los datos de los ingresos y la base imponible a pagar). La segunda, en cambio, permite al HMRC deducir los impuestos directamente de la nómina, que será un porcentaje de los ingresos.
Los rendimientos del trabajo por cuenta ajena y propia también están subordinados a la cotización a la Seguridad Social (pensión pública). Se utiliza para cubrir las cotizaciones al régimen de pensiones, e incluye tanto a las empresas como a los trabajadores, aunque a tipos diferentes, que varían en función de las normas del Gobierno.
Para las empresas, el sistema británico cuenta con el Impuesto de Sociedades, que es el impuesto establecido sobre los beneficios empresariales. Este sistema se considera la principal fuente de ingresos del gobierno y cubre más del 90% de los ingresos fiscales.
Otro gravamen a tener en cuenta es el Impuesto sobre el Valor Añadido. El IVA es un impuesto indirecto y se aplica a los productos y servicios, así como al alquiler o préstamo de bienes a alguien o a la venta de un negocio. El IVA es de 20% para bienes y servicios estándar. Sin embargo, puede variar si una empresa vende materiales que contribuyen al ahorro energético o si hay procesos de conversión de edificios de uso privado a comercial o a la inversa.
En concreto, el sistema fiscal británico se divide en impuestos directos e indirectos.
Los Impuestos Directos (Direct taxes) incluyen:
- El impuesto sobre la renta;
- Cotización a la Seguridad Social;
- Impuesto de sociedades;
- Impuesto de sucesiones;
- Impuesto sobre plusvalías;
Los impuestos indirectos se aplican a:
- IVA;
- Impuesto de timbre;
- Impuesto del timbre;
- Derechos de aduana.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el sistema fiscal británico es mucho más flexible y comprensible que cualquier otro de Europa. Además, ofrece una amplia gama de ventajas a las empresas dispuestas a invertir y establecerse en Gran Bretaña. Para más información, póngase en contacto con nosotros.
